
Para su lucha contra la inmigración ilegal, la UE cuenta con Frontex, la agencia de protección de fronteras a la que se ha atribuido 35 millones de euros anuales. Frontex no está pensada para ser una policía de migración, se trata más bien —oficialmente— de prestar asistencia a los llegados. En 2006 sobre todo Malta, Sicilia y las islas Canarias tuvieron que enfrentar el problema. La Organización Internacional para la Migraciones estima que entre 60 y 80 mil personas se movilizaron en 2006 a través de África para intentar alcanzar, vía Libia o Marruecos, las costas de la UE. Las cifras oficiales de los que perecieron en el Mar Mediterráneo en 2006 oscilan entre los cuatro y los seis mil.
La baja natalidad y la necesidad de inmigrantes
Según Eurostat en espacio de treinta años la fecundidad cayo en numerosas regiones de la UE por debajo del nivel de renovamiento generacional, que es de 210 hijos por 100 mujeres. Al mismo tiempo la esperanza de vida aumenta rápidamente. También un informe
preparado en 2006 por el Comité de Política Económica de la UE y por la Comisión Europea dice que, como los ciudadanos de la UE tienen menos hijos y viven más tiempo, la población de la UE en edad laboral disminuiría en 16% entre 2004 y 2050. Lo que significa que la UE tendrá sólo dos personas en edad laboral por cada persona mayor en lugar de las cuatro de ahora. El estudio dijo que el mayor gasto previsto ponía en duda el sostenimiento de los sistemas de pensiones. La inmigración ayudaría sólo en forma parcial a resolver estos problemas, decía el reporte. El comisario de Justicia y Asuntos Internos de la UE, Franco Frattini, propuso en octubre de 2007 la creación de una «tarjeta azul» de residencia europea para revertir la tendencia de la emigración calificada. La medida (de ser aprobada por los estados miembros) permitirá a los inmigrantes viajar dentro de la Unión Europea luego de trabajar durante tres años en una de los estados comunitarios. Al respecto, el Parlamento Europeo respaldó el pasado 20 de noviembre de 2008 la introducción de dicha "tarjeta azul" para atraer a la UE a trabajadores altamente cualificados. Los eurodiputados solicitan clarificar los requisitos de admisión y piden a los Estados miembros que no "roben" cerebros a estos países, especialmente en sanidad y educación, y sugieren dar prioridad al mercado laboral comunitario. La tarjeta tendrá una validez de tres años, se podrá renovar y complementará a los sistemas nacionales de admisión.
Según Eurostat en espacio de treinta años la fecundidad cayo en numerosas regiones de la UE por debajo del nivel de renovamiento generacional, que es de 210 hijos por 100 mujeres. Al mismo tiempo la esperanza de vida aumenta rápidamente. También un informe
